Hoy estoy desordenada por dentro. ¿Cómo sobrevellevar esta vía de escape pasatiempo cuando se escribe más de lo que se lee?. Escribir me ordena los pensamientos, las emociones verbalizadas pierden intensidad, cuando escribo pierdo la noción del tiempo y me crea una adicción enfermiza que me desgasta buscando ansiadamente la palabra perfecta. Cada nueva idea que se crea viene inspirada irremediablemente por una de esas cicatrices abstractas del alma, esos tatuajes emocionales hechos sin tinta, sin ilusión. Un gusano me baja por la garganta, arcadas de realidad plasmadas en blanco. Cicatrices, todos tenemo...