Me he hecho amante del silencio, y desde entonces siento una libertad inmensa, tan inmensa que me entristece al mirarte. Y es que sólo tu deseo de no querer ser libre, es lo que hace que dejes de ser libre. Como una Jenny Curran de Forrest Gump, tienes el potencial para transformarte, pero para ti la libertad es prima hermana del desenfreno. Y la libertad no significa caos, la libertad significa responsabilidad. Tienes la oportunidad como individuo para ser libre, pero sigues siendo un esclavo. Y la manera en que lo haces, es no siendo responsable. Esto me recuerda a lo de siempre, que nadie puede quitarme la libertad, a menos que yo la entregue. Que para ser libre necesito estar totalmente consciente, me he dado cuenta, de que me doy cuenta que la esclavitud está en el inconsciente, y no viene del exterior. Yo soy libre, pero no soy revolucionaria, silenciosa y pacífica, una transformadora encubierta. Amante del silencio, silencio de donde emanan los misterios que la...