Me he hecho amante del silencio, y desde entonces siento una libertad inmensa, tan inmensa que me entristece al mirarte.
Y es que sólo tu deseo de no querer ser libre, es lo que hace que dejes de ser libre. Como una Jenny Curran de Forrest Gump, tienes el potencial para transformarte, pero para ti la libertad es prima hermana del desenfreno. Y la libertad no significa caos, la libertad significa responsabilidad. Tienes la oportunidad como individuo para ser libre, pero sigues siendo un esclavo. Y la manera en que lo haces, es no siendo responsable.
Esto me recuerda a lo de siempre, que nadie puede quitarme la libertad, a menos que yo la entregue. Que para ser libre necesito estar totalmente consciente, me he dado cuenta, de que me doy cuenta que la esclavitud está en el inconsciente, y no viene del exterior.
Yo soy libre, pero no soy revolucionaria, silenciosa y pacífica, una transformadora encubierta. Amante del silencio, silencio de donde emanan los misterios que la existencia me revela. Silencio de donde brota mi amor y fortaleza en mi individualidad.
"Yo, sin embargo, soy libre, libre como los pájaros, como las brisas; como los árabes en el desierto y el pirata en la mar.
Libre es mi corazón, libre mi alma, y libre mi pensamiento, que se alza hasta el cielo y desciende hasta la tierra, soberbio como el Luzbel y dulce como la Esperanza".
Rosalía de Castro.
Soy un ser experimental, y eso me convierte en un ser libre. He pisado las catedrales más presuntuosas, y en mis silencios en soledad he experimentado más espiritualidad que en todas ellas juntas.
Esta divinidad misteriosa de la existencia, me recuerda a un dicho profético de Nietzche, que para mí ha sido la mayor contribución a la evolución de la consciencia humana:
"Dios ha muerto y el hombre es libre".
Dios y la libertad del hombre no pueden coexistir porque el significado mismo de Dios es que es el creador, y entonces quedamos reducidos a títeres.
Dios nos creó, y también puede destruirnos. Ni siquiera nuestro nacimiento es nuestra libertad, ni tampoco nuestra muerte. ¿Y entre esas dos esclavitudes nos hacen pensar que nuestra vida es libertad?.
Efectivamente como dijo Nietzche, para preservar la libertad del hombre, Dios tiene que morir.
No concibo que afirmaciones permanezcan sin crítica, libre de ofrecer argumentos que echen por tierra todo lo estipulado.
Yo soy libre, porque soy curiosa, buena para aprender pero mala para que me enseñen. Y por eso nunca me llevaré bien con el sistema educativo, porque no educa para que las personas sean inteligentes, sino para que tengan buena memoria. A este sistema no le convienen los seres inteligentes, lo que le conviene son ordenadores porque los ordenadores son fiables, ya que son únicamente memoria, no inteligencia.
¿Y qué es la inteligencia sino preguntarse a uno mismo qué estoy haciendo?. Este es el principio del despertar de la conciencia, me hago consciente de que me encuentro en un estado mecánico inconsciente. Y ahí es donde comienza la verdadera libertad.
No te estoy pidiendo que me creas, de he hecho te sugiero que lo cuestiones todo, cuestiona incluso lo que estás leyendo en este momento.
Tan sólo te estoy abriendo mi corazón.
"Penetra completamente en él
porque es inmenso, vasto
y está abierto y sano.
Penetra en él,
anda, corre, salta, cabalga
o revuélcate;
saborea sus mieles
mientras sonríes,
así, tal como eres,
y quédate o márchate,
permanece o desaparece;
no hay puertas,
no hay leyes ni normas,
sólo espacio infinito.
Penetra en él desnudo,
sin visado, sin pasaporte,
penetra en él,
absolutamente indocumentado.
Concha Chicano Lagos. "Corazón sin fronteras".
Yo te quiero libre, como mis escritos, sin regla métrica ni rítmicas. La libertad para mí, es mi valor supremo, porque sólo de ella puedes crecer a tu posibilidad de ser tu máximo. Con la libertad individual, el autoritarismo muere y nace la autoridad y el auto respeto.
La autoridad te pertenece a ti, el autoritarismo pertenece a otra persona, por eso crea esclavitud. La autoridad en cambio, crea libertad, pero para eso tienes que ser responsable. Por eso libertad-responsabilidad tienen que coexistir juntas, no hay otra manera.
Entre lo mundano y lo transcendental hay personificado en el cuerpo de esta mujer un ser celestial. No se sabe de dónde viene, ni se sabe a dónde va. De donde quiera que haya venido, a donde quiera que vaya, mientras siga vivo terrenalmente, este ser como un rey; habita en mí. Y exige su real derecho. El derecho a la libertad.
Patricia Gara 22/09/22
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