Respira, respira
hacia dentro, despacio y profundo, porque cuando respiras estás presente y
cuando estás presente tienes mucho poder, porque la mente no te marca límites.
El presente tiene mucha creatividad, porque no hay experiencias pasadas, siente
tu mente, tu cuerpo, tu respiración y siente que puedes controlar la mente; y
la mente controla al cuerpo y si tú controlas la mente controlas el cuerpo.
Disfruta el momento, respira hacia tu cuerpo lento y profundo, consciente,
porque cuando haces eso empiezas a sentir tu cuerpo y cuando sientes tu cuerpo
estás alineado con el presente y cuando te alineas con el presente, te alineas
con la vida, esa que tanto valoras ahora más que nunca que la está perdiendo
tanta gente; porque la vida ocurre en el presente.
La vida es una
conversación a solas, dónde expones tus deseos y la vida sin excepción te los
trae pero para recibirlos hay que estar abiertos, hay que mirar con los ojos
del alma, no con la mente porque tú no eres tú mente; la mente es súper
estrecha y la mente sólo ve lo malo, la mente sólo ve los problemas que tiene
que resolver. Para recibir lo que le pides a la vida hay que abrirse, hay que
relajarse, hay que dejar que la vida te mueva. Lo dice en el libro Tao Te Ching de filosofía china. <<La
vida te va llevando infaliblemente hacia tu propia perfección>>, lo dijo
Marco Aurelio, <<la vida es tu aliada>>; pero eso sólo ocurre si le
dejas porque si no le dejas y te cierras en mente, te resistes a lo que te trae,
y así no puede.
Como dije en el
post <<El viaje del héroe y El Rey León>> hay que aprender a soltar en esta vida, nos
pasamos la vida queriendo controlarlo todo y de hecho obsérvate a ti mismo y lo
que tú haces en tu día a día y verás que
en todos los ámbitos de tu vida hay cosas que controlas más que otras. Nos
pasamos la vida sufriendo, porque queremos controlarla lo máximo posible, para
adaptarlo todo a nuestros planes; nuestras expectativas y resulta que se trata
de lo contrario, de adaptar nuestras expectativas a la vida. Porque nuestras
expectativas vienen de nuestra estrecha mente, porque la mente es nuestro
pasado y tenemos una perspectiva tan estrecha que el sentido de la vida trata
precisamente de eso, de ir más allá de la mente y ampliar la perspectiva. Por
eso en momentos de crisis, expande la mente, suelta y deja que la vida te lleve
porque si no lo haces cómo vas poder descubrir el potencial que la vida te
tiene reservado si intentas tenerlo todo controlado para intentar adaptarlo a
tus planes; cuando la vida realmente te vence siempre.
A mí, tanto el
yoga como el crossfit me han ayudado a soltar, a dejar que todo se revele y
dejar la mente en blanco, pero no fui consciente de ello hasta que mi mentora
del yoga o mejor dicho de la vida, me lo enseñó. Todos mis compañeros del
gimnasio lo han experimentado, aunque no sean conscientes de ello. ¿O acaso
no es cierto que cuando estás en mitad de un WOD, no estás pensando en nada?. Expande la mente y toma conciencia que soltar
no es que tú no te esfuerces en hacer
algo, soltar es que cuando tú comprendas que no puedes controlar algo como lo
que está pasando ahora mismo, sueltes y te intentes sentir bien en esa situación,
pongas el 100% en ella y tomes conciencia de que lo que está pasando es perfecto
para ti porque en realidad la vida te va empujando a crecer, porque para recibir
más de la vida tienes que ser más, tienes que ser más TÚ.
Si le pides a la vida más amor, más trabajo, más lo que sea, tienes que ser más porque si eres una de esas garrafas de 5L con la que estás entrenando ahora mismo y le pides 8L a la vida ¡cómo puedes contener todo eso si tú no quieres dar para más! métetelo en la cabeza si le pides más a la vida, ella te va empujar a situaciones en la que te enfrentes a tus miedos y crezcas. Si quieres más tienes que ser más grande y la única forma de ser más grande es crecer y la vida está ahí para evolucionar, así que permítete vivir esta situación que nos ha tocado, es momento de enclaustrarte en tu soledad como un monje tibetano porque soledad no es la falta de personas sino la necesidad de ellas; soledad es la distancia a la que estamos de nosotros mismos. Es momento de reflexionar, de meditar, de preguntarte qué propósito te trae este despropósito, tal vez los estudios que no acabaste, esa llamada que no hiciste por orgullo o esa promesa de año nuevo que nunca cumpliste.
En la vida hay dos
opciones ante las situaciones, puedes elegir entre el miedo y el amor, y aunque
es totalmente comprensible que en este momento elijas el miedo, déjame decirte que
elegir el miedo es intentar controlar la situación porque no te gusta lo que
hay y esto no es lo que tu mente quiere en este momento, ni son sus
expectativas; quiere lo que tú has planeado para ti y la realidad es que los
planes casi nunca salen. Lo dijo José Luis Borges, << Los futuros tienen
una forma de caerse a la mitad>>.
Elegir el
miedo es preguntarte ¿por qué me está pasando esto a mí? ir de víctima
todo el día quejándonos de todo lo malo de todo, porque vibras a una frecuencia
baja, bajísima y sólo ves lo malo; elegir el amor es preguntarte ¿para qué me
está pasando esto a mí? buscarle un significado y usarlo para avanzar, eso es
poner amor y en eso consiste buscar la felicidad.
Obsérvate y piensa
que en tu vida los momentos más difíciles que has pasado son probablemente los
que más te han hecho crecer. Se trata de asumir que esta situación no te gusta
y dentro de las circunstancia buscar cosas que te hagan sentir bien y eso puede
ser desde comerte un helado de chocolate asomado a tu balcón, jugar una partida
a la play, tomarte un baño largo y relajante, mirar fotos antiguas o comprarte
unas latas de cerveza negra para celebrar el día San Patricio, como hice yo. Cualquier
cosa que te haga sentir bien te hace vibrar alto porque estás persiguiendo tu
felicidad.
Esperar que todo
cambie en realidad es más fácil que cambiar nosotros y nuestras propias vidas,
necesitas desprenderte de viejas costumbres, de hábitos, de ideas e incluso de
gentes. La ligereza te hace avanzar, demasiado equipaje emocional impide
recibir cosas nuevas; ¿y si quizás las vida nos está brindando esta oportunidad
para comprobar cuántas cosas, personas o emociones no necesitamos en nuestra
vida?.
Además, ¿para qué
si no sirven las adversidades?, cuando la vida nos va bien no vamos hacia
dentro, ¿para qué?, nadie despierta cuando todo va bien. Las adversidades te
fuerzan a ir profundo, a sentarte en silencio y a ser consciente de ti, no de
tu identidad como crees que la conoces sino más allá de tus historias personales.
Sal de ese estado
de inconsciencia, y respira hacia dentro, lento y profundo, conviene que pares y
seas consciente que tú no eres tus pensamientos tú eres el que piensa; que te pares en silencio en tu
soledad, que sé que aterra mucho, y encontrarte con todas esas emociones
derivadas de la humanidad: aburrimiento, dolor, frustración, rabia,
preocupación, angustia; obsérvalas y toma consciencia que entender todas esas
emociones, es lo que te da el autocontrol para dejar de acudir al frigorífico,
a las redes sociales, etc. Vivir requiere de conciencia pero para estar consientes
es necesario conseguir la quietud de la mente, y para conseguir la quietud de la mente es necesario la meditación. Y no te estoy pidiendo que te sientes en el suelo con las piernas cruzadas e intentes dejar la mente en blanco, no, eso sólo te frustraría más todavía porque es imposible que sin un entrenamiento previo puedas silenciar ese runrún de pensamientos incesante que te taladra la cabeza. Se trata de que cuando tu mente esté en el futuro incierto y ansioso o en el pasado, te pares, te pongas en una postura cómoda y centres tu atención en un objetivo (a mí me funciona mirar la llama de una vela) pero es indispensable tu respiración; porque la respiración es la señora de la mente por eso enfócate en ella, lenta y profunda, porque la respiración consciente es lo que calma la mente, y cuando la mente se calma estás en el presente. Filosofía estoica, si siempre estás en el pasado o en el futuro, ¿ para cuándo dejas vivir el presente?. Cada momento es único, no hay instantes vacíos, por eso en momentos de crisis, expande la mente.
P.D: Te preguntarás
de dónde he sacado una máscara de gas de la segunda guerra mundial, ésta la
compré en un mercado de antigüedades pero en realidad no es original, es una réplica. Yo
hice teatro durante varios años, y
cuando estás metida en el mundo de la farándula
no te puedes ni imaginar la cantidad de atuendos inútiles que vas
acumulando.
Quién me iba a decir a mí, que me serviría años más tarde para darle una
descripción gráfica a las circunstancias que estamos viviendo.
Patricia Gara 24/03/2020
Patricia Gara 24/03/2020
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