Hablemos de autovaloración, desde que tenemos uso de razón nos comen la cabeza con frases como: "hay que alcanzar ideales", "hay que proponerse metas y cumplirlas", "hay que trabajar en nosotros para lograr esa versión que hemos soñado para nosotros mismos", y blablabla, blablabla; blablabla.
¿Y qué pasa con el proceso?, parece que nadie se ha dado cuenta de que la mentalidad de ponerse objetivos también puede ser perniciosa cuando dejamos de lado el proceso para alcanzar nuestras metas. Por ejemplo, cuando practicas tu deporte favorito en tu zona confort, en tu ambiente con los tuyos, donde empezó todo desde cero; donde sabes que perteces. Porque te gusta, lo disfrutas y tienes toda tu capacidad ahí en ese momento. Pero sin embargo cuando estás condicionado y presionado en ganar un premio te llenas de ansiedad porque ahora tu foco pasa a cómo alcanzar ese premio o esa clasificación y no tanto en enfocar tu capacidad y potencial en cómo practicas tu deporte. Tu mejor versión no es cuando quieres alcanzar una meta, sino cuando lo estás haciendo porque lo disfrutas por puro amor al arte, y ahí sí que es donde toda tu capacidad y potencia está aplicada, sin estar condicionado ni presionado por la ansiedad de perder ese premio. Si quieres ver el máximo exponente de ese alguien tienes que observarlo en acción un día cuialquiera más de su vida, cuando lo hace bonito, entrenando sin nada que ganar ni nada que perder concentrado en ese algo que tanto le gusta.
Todos interpretamos las cosas que vemos y oímos en función de nuestro propio estado hipnótico, es decir, percibimos las cosas no como son, sino como somos, ves lo que quieres ver, oyes lo que quieres oír y crees lo que quieres creer.
No se trata de compararte con los demás, de competir con los demás, ni de validarte en la medida en que te sientas superior a nadie, no. No se trata de ego, se trata de amor propio que no es lo mismo. Tú haces las cosas con todo tu potencial y capacidad cuando lo haces por amor al arte, y cuando tú trabajas en ti porque te quieres y cada cosa que hagas por amor lejos de ser un sacrificio es un gusto, es un placer. Se trata de que lo hagas por amor a ti y no por los demás para que te aprueben en la manada, ni para tener el premio de que te sientas más que este o aquel; ni mucho menos porque necesites ganarte la aprobación de "X". Hazlo porque te nace hacerlo y si no te nace hacerlo no lo hagas, tu poder sobre ti lo tienes que tener tú y nadie más con cero dependencias y todo por puro amor, no importa el premio ni la clasificación lo que importa es el proceso de divertirte contigo mismo haciendo lo que te gusta, lo que te caracteriza; y créeme que cuando vas con esa mentalidad a participar en algo la gente lo percibe porque les plantas tu sello en la cara con tu flow, con tu estilo personal propio e inimitable y esto es así porque cuando nuestros actos no están regidos por el miedo a la espectativa nerviosa las cosas fluyen solas.
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