Llegué al mundo como un silencio basto, vacío, sin límites, puro y virgen. Después me etiquetaron con un nombre y en base a ese nombre, crearon una habilidosa máquina configurada a base de condicionamientos y limitaciones mentales. Desde entonces, mi cerebro segrega una media de 60.000 pensamientos diarios, de los cuales el 90% son negativos, repetitivos y pertenecen al pasado.
Un diálogo interno que no cesa, y en ese ir y venir de una palabra a otra, hay un vacío silencioso muy poderoso que puedo percibir por segundos hasta que el siguiente pensamiento llega. Las palabras son figuras abstractas, el silencio es el fondo. Las palabras van y vienen, el silencio es permanente. Ese vacío silencioso que dura unos pocos segundos, es mi conciencia y siempre ha estado ahí, mi naturaleza real.
Sólo tienes de humana el nombre, por lo demás sólo eres una máquina virtuosa viviendo en un estado mecánico inconsciente, y aquí viene la cuestión: ¿ cómo vas a ser virtuosa estando inconsciente?. Detrás de esa virtud, hay una falsa identidad, un enorme ego. Sí, tiene que ser así, porque no queremos que tengas conciencia, lo que queremos es que tengas carácter, porque la conciencia es lo real, el carácter la falsa identidad.
Cualquier cosa que hagas, ni siquiera tus virtudes serán virtudes porque estarás en un estado inconsciente. Lo que no se puede hacer sin inconsciencia es pecado. Lo que sólo se puede hacer mediante la consciencia es virtud.
No es lo mismo oír que escuchar, oír es mecánico e inconsciente. Escuchar, es un estado consciente de alerta. Tú tienes oídos, yo tengo oídos, los oídos no son más que un mecanismo anatómico preparado para captar los sonidos y enviarlos al cerebro. Si te estás quedando sordo, sólo tienes que colocarte un sonotone y volverás a oír. El hecho de oír "Tormenta" de Vivaldi, es muy sencillo, casi todos los mamíferos pueden oír. Pero escuchar "Tormenta" de Vivaldi es un nivel mucho más elevado, es lo que me hace humana. Escuchar, significa que no estoy haciendo nada más, sin otros pensamientos en la mente, sin interferencias, no es interpretado por mí; por mis prejuicios. No está contaminado por nada que en ese momento esté pasando dentro de mí, porque todo eso no son más que distorsiones.
En alerta, el reto de la yoguini, es vivir en estado de alerta, porque sólo existe una manera de quedarse en la tormenta creada en mí por el pasado y mantenerme cuerda. Y no es una oración, porque no hay Dios creador al que rezar. Es tan simple, como quedarme sentada en silencio a observar los pensamientos pasar ante mí, y si no puedo quedarme sentada en silencio, corro, levanto, pedaleo; o creo sobre mi esterilla de yoga y vuelvo a sentir como los pensamientos se disipan y vuelta al silencio. A esa calma invencible. Observar, no interferir, no juzgar, porque si los juzgo estaré perdida; y me estaré sintiendo de nuevo identificada con lo que pasa por mi mente y me meteré de nuevo en mis procesos de pensamientos. Esto que está pasando por mi mente no es ni bueno ni malo, es lo que es.
Es entonces, sólo entonces, que se da la separación. Ahora "SOY", un ser no condicionado, un ser libre. Esto obviamente lleva su tiempo, crear una separación entre el observador y la mente.
Como dijo Mary Oliver:
<< Simplemente SER, como las rosas, y que la vida tenga lugar>>.
O como dice Gloria Steiner en su poema:
<< Una rosa es una rosa es una rosa>>.
<< Yo Soy el que Soy>>.
Le respondió Dios a Moisés cuando le preguntó por su nombre.
Y es que estamos tan ocupados viviendo que se nos olvida SER conscientes.
Mente significa palabras. El SER significa silencio. La memoria viene de las palabras por eso es muy probable que no tengas recuerdos de antes de los tres años, puede ser que si eres muy inteligente los tengas desde los dos años.
Has perdido la total identidad, tú misma la mataste cuando te hiciste consciente que vacío, es tu mismo SER. El SER es el silencio.
<< Hay una laguna, un vacío, una nada. Ya no sé quién soy>>.
Yo soy conciencia, esa es mi única identidad real, no puedo dividirme a mí misma. No hay posibilidad de dividir mi conciencia en dos partes porque sólo hay una identidad, la otra fue creada en el momento de nacer y no es real.
La conciencia, es un espejo, el espejo puede reflejar mi cuerpo terrenal, pero, ¿puede el espejo reflejarse a sí mismo?. Cuando lo hayas puesto enfrente de sí mismo ya no habrá espejo, sólo vacío.
El silencio, es el espacio en el que despiertas, y la mente ruidosa en el que permaneces dormido. Sólo tienes que estar alerta, alerta en todas tus acciones, pensamientos, vigílalo todo; cómo caminas, cómo comes. No engullas en modo mecánico, mastica despacio saboreando cada bocado . Huele, toca, siente, mira la luna. Muévete por la vida manteniéndote en alerta. Se te olvidará una y otra vez, no te fustigues, no te pongas triste, no entres en la tormenta; es normal te programaron para eso y desprogramarse lleva su tiempo. No te arrepientas del pasado, vive en el momento. Es lógico y natural que te olvides una y otra vez, pero en cuanto te acuerdes vuelve al estado de alerta y recuerda que lo importante no son las veces que te pierdes al día, sino las veces que te acuerdas que te has perdido y vuelves a encontrarte
Sólo en estado de alerta surge la claridad, porque cuanto más en alerta estés, más disminuyen las prisas. Te mueves con más elegancia. La misma energía que dedicabas a ese incesante diálogo interno, ahora la dedicas a la vigilancia, y la mente no recibe su ración, los pensamientos empiezan a morir, surge la claridad, ahora eres el espejo.
Ahora "SOY". He venido al mundo a cumplir dos misiones: la primera es reaprender a encontrar esa calma invencible, la segunda es enseñarte a ti a reencontrarla. Todavía estoy en la primera.
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